

.Son las 7:30 p.m. y acabo de levantarme. Los festejos de estos días me han dejado muerta. Ahora mismo estoy con un plato de arroz manpostiao' de Levis, el Rey del Churrasco, frente a mi computadora en la casa de Claudia. Mientras, ella se sirve su comida y baila en la cocina. "Bailalo... yo sé que tú quieres...", me dice. Yo me siento en las nubes. Estoy contenta. Todos estos días han sido los mejores. Las buenas noticias y los festejos me tienen muerta de cansancio, pero es del que no importa tanto.
.Claudia fue a filmar a la feria un proyecto personal de documentar un beso. La feria es otra cosa. Esta es la primera vez que tengo la experiencia de escuchar y ver las reacciones de la gente cuando una pareja homosexual se da muestras de afecto en público. Fue desagradable escuchar a la gente gritar improperios y hacer gestos de estar asqueados. Fue intenso. Gísus fue a servir de guardaespaldas, por si pasaba algo. Se puso una camisa de su tío, de esas con flores, de esas que se ponen los turistas gringos cuando caminan por el Condado. Mientras Claudia filmaba, me monté en el carrusel. Me monté en un caballito negro con cintas doradas, y me mandaron a bajar. Entonces, di vueltas sentada en uno de esos banquitos donde se sientan los adultos. No me gustó. Como soy una cobarde, mientras Gísus, Claudia, Micki y Pepe se montaban en una de esas machinas demoniacas que te viran al revés, me compré una piña colada. Me sorprendió que ya la tenían preparada en un envase gigante de esos que mueven el líquido, como el iced tea de algunos fast foods. No me gustó eso. No es como antes que podías ver cuando te las preparaban. Hielo, coco, piña y licuadora. Luego nos montamos en lo que en Cayey se llamaban "Los Himalayas". Me gustó.
.Extraño no tener una cámara. Pronto.
.Hoy, durante el nap de dos horas, soñé que mi papá me regaló un barco, y que podía usarlo si le arreglaba el ancla y una ventana que estaba rota. Guardé el barco en el closet de mi cuarto.
-Uno
-Dos
-Tres (Por Alexis)
-Cuatro (Claudia y yo, por Alexis)
.Claudia fue a filmar a la feria un proyecto personal de documentar un beso. La feria es otra cosa. Esta es la primera vez que tengo la experiencia de escuchar y ver las reacciones de la gente cuando una pareja homosexual se da muestras de afecto en público. Fue desagradable escuchar a la gente gritar improperios y hacer gestos de estar asqueados. Fue intenso. Gísus fue a servir de guardaespaldas, por si pasaba algo. Se puso una camisa de su tío, de esas con flores, de esas que se ponen los turistas gringos cuando caminan por el Condado. Mientras Claudia filmaba, me monté en el carrusel. Me monté en un caballito negro con cintas doradas, y me mandaron a bajar. Entonces, di vueltas sentada en uno de esos banquitos donde se sientan los adultos. No me gustó. Como soy una cobarde, mientras Gísus, Claudia, Micki y Pepe se montaban en una de esas machinas demoniacas que te viran al revés, me compré una piña colada. Me sorprendió que ya la tenían preparada en un envase gigante de esos que mueven el líquido, como el iced tea de algunos fast foods. No me gustó eso. No es como antes que podías ver cuando te las preparaban. Hielo, coco, piña y licuadora. Luego nos montamos en lo que en Cayey se llamaban "Los Himalayas". Me gustó.
.Extraño no tener una cámara. Pronto.
.Hoy, durante el nap de dos horas, soñé que mi papá me regaló un barco, y que podía usarlo si le arreglaba el ancla y una ventana que estaba rota. Guardé el barco en el closet de mi cuarto.
-Uno
-Dos
-Tres (Por Alexis)
-Cuatro (Claudia y yo, por Alexis)
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